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«ENSAYO FISIOLOGÍA PULMONAR»



 Ensayo: Fisiología Pulmonar
Educando: Eduardo Angeles Ruiseñor
Profesor: Lic. Jaime Charfen Hinojosa
Diplomado de Aeromedicina y Transportes de Cuidados Críticos
27 de Septiembre de 2017


Notas del Autor
Eduardo Angeles Ruiseñor
 Diplomado de Aeromedicina y Transportes de Cuidados Críticos
 Programa Internacional de Desarrollo de Medicina de Emergencia.
La correspondencia relacionada con este ensayo debe ser dirigida a:
Eduardo Angeles Ruiseñor, Contacto: eduardo.angeles@hotmail.com



Contenido

Introducción. 3
Desarrollo del Tema. 3
     Función Fundamental del Sistema Respiratorio. 3
     Anatomía del Sistema Respiratorio. 4
          Zona de Conducción. 4
          Zona Respiratoria. 5
     Intercambio de Gases. 6
          Ley de Dalton de las Presiones Parciales. 6
          Ley de Henry de las Concentraciones de los Gases Disueltos. 8
          Ley de Boyle-Mariotte, de la Relación Inversa Proporcional Entre Presión y Volumen. 8
Conclusión. 9
Opinión personal 10
Referencias. 11

 

Introducción

Recita en el Medical Subject Headings  (MeSH, 2017) que “La fisiología es la rama de la biología encargada de estudiar las propiedades, funciones y procesos que soportan la vida de los organismos vivos”.
Las propiedades, funciones y procesos del sistema respiratorio permiten el intercambio de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) entre el entorno y las células del organismo. Estos gases son transportados por el sistema circulatorio, manteniendo así la homeostasis (Constanzo, 2011, pág. 183). El organismo humano no es capaz de vivir por mucho tiempo sin oxígeno, es por ello que destacamos la importancia de entender la fisiología pulmonar.
En este ensayo, nos enfocaremos en la fisiología pulmonar principalmente, citando algunos conceptos del sistema circulatorio, con el fin de comprender de una mejor manera su funcionamiento. Una vez entendidos estos conceptos, en teoría, se logrará abordar de una mejor manera al paciente en estado crítico, traduciéndose en mejor atención y el aumento en su esperanza de vida.

Desarrollo del Tema

Función Fundamental del Sistema Respiratorio

La función fundamental del sistema respiratorio es el intercambio de gases, de forma que se inspira el O2 necesario para los procesos metabólicos y se elimina el CO2,  de este modo se regula el potencial de hidrogeno (pH) en sangre, manteniendo el equilibrio acidobásico del organismo (Michael Dykes, 2013, págs. 14-15). Además, el sistema respiratorio realiza algunas funciones adicionales, tales como:
        El metabolismo y activación e inactivación de algunas proteínas, como la enzima conversora de angiotensina.
        La fonación.
        Participa en el olfato.
        Funciona como un reservorio de sangre.

Anatomía del Sistema Respiratorio

El aparato respiratorio está constituido por la nariz, la faringe, laringe, tráquea, bronquios y pulmones, y se pueden clasificar por su estructura o por la función que realizan durante el proceso de respiración. Para una mejor comprensión de la fisiología, utilizaremos esta última. La cual consta de dos zonas; la zona de conducción, la cual se encarga de llevar el aire al interior y hacia el exterior de los pulmones; y la zona respiratoria, la cual se encuentra recubierta con alvéolos y es en donde se realiza el intercambio de gases  (J. Tortora & Derrickson, 2006, pág. 853).

     Zona de Conducción.

La zona de conducción incluye la nariz, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, los bronquiolos y los bronquiolos terminales. Estas estructuras funcionan para llevar el aire al interior y hacia el exterior de la zona respiratoria y que así se produzca el intercambio de gases y para calentar, humidificar y filtrar el aire antes de que alcance la región crítica de intercambio gaseoso.
La tráquea es la principal vía aérea de conducción. Se divide en dos bronquios que llegan a los pulmones, en cuyo interior se separan en bronquios más pequeños, que, a su vez, se vuelven a dividir. Hay 23 de estas divisiones, que dan lugar a vías aéreas cada vez más pequeñas.
Las vías aéreas de conducción están recubiertas por células secretoras de moco y ciliadas que funcionan eliminando las partículas inhaladas. Aunque las partículas grandes se suelen filtrar hacia el exterior en la nariz, las pequeñas pueden entrar en las vías aéreas, donde son capturadas por el moco, que después es conducido hacia fuera por el batido rítmico de los cilios.
Las paredes de las vías aéreas de conducción están formadas por músculo liso. Este músculo tiene una inervación simpática además de parasimpática, que tienen efectos opuestos sobre el diámetro de la vía aérea  (Constanzo, 2011, págs. 183-184).

     Zona Respiratoria.

La zona respiratoria incluye las estructuras que están recubiertas por los alvéolos y, por lo tanto, participan en el intercambio gaseoso: los bronquiolos respiratorios, los conductos alveolares y los sacos alveolares.
Los bronquiolos respiratorios son estructuras de transición. Al igual que las vías aéreas de conducción, poseen cilios y músculo liso, pero también se consideran parte de la región del intercambio de gases, porque los alvéolos, en ocasiones, pierden sus paredes. Los conductos alveolares están completamente recubiertos por alvéolos, pero no contienen cilios y tienen escaso músculo liso. Los conductos alveolares terminan en los sacos alveolares, que también están recubiertos por alvéolos.
Los alvéolos son evaginaciones en forma de saco de las paredes de los bronquiolos respiratorios, los conductos alveolares y los sacos alveolares. Cada pulmón tiene, aproximadamente, 300 millones de alvéolos. El diámetro de cada uno de ellos es de unos 200 mm. El intercambio O2 y CO2 entre el gas alveolar y la sangre capilar pulmonar puede ocurrir rápidamente y con eficiencia a través de los alvéolos porque las paredes alveolares son delgadas y tienen una gran área de superficie para la difusión.
Las paredes alveolares están bordeadas por fibras elásticas y recubiertas por células epiteliales, que se denominan neumocitos de tipo I o II (o células alveolares). Los neumocitos de tipo II sintetizan el surfactante pulmonar (necesario para reducir la tensión superficial de los alvéolos) y son capaces de regenerar a los neumocitos de tipo I y II. Los alvéolos contienen células fagocíticas denominadas macrófagos alveolares que mantienen los alvéolos limpios de polvo y desechos, ya que éstos no disponen de cilios para realizar esta función. Los macrófagos se rellenan con desechos y migran hacia los bronquiolos, donde el batido ciliar los transporta hacia la vía aérea superior y la faringe, donde pueden ser deglutidos o expectorados  (Constanzo, 2011, págs. 184-185).

Intercambio de Gases

El intercambio de gases en el sistema respiratorio se refiere a la difusión de O2 y de CO2 en los pulmones y en los tejidos periféricos. El O2 se transfiere desde el gas alveolar al interior de la sangre capilar pulmonar y, finalmente, se libera a los tejidos, donde se difunde a partir de la sangre capilar sistémica hasta el interior de las células. El CO2 se libera desde los tejidos a la sangre venosa, a la sangre capilar pulmonar y se transfiere al gas alveolar para ser espirado.
El comportamiento de los gases se puede describir en diversas leyes: la ley de Dalton, la ley de Henry, entre otras, las cuales explicaremos a continuación.

     Ley de Dalton de las Presiones Parciales.

Esta ley menciona que en una mezcla de gases, cada gas ejerce su propia presión, como si ningún otro estuviera presente. La presión de un gas específico en una mezcla se denomina presión parcial (Px); el subíndice es la fórmula química del gas. La presión total de la mezcla se calcula sumando todas las presiones parciales.
El aire atmosférico es una mezcla de gases -Nitrógeno (N2), Oxigeno (O2), vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2)- entro otros en pequeñas cantidades. La presión atmosférica es la suma de presiones parciales de todos los gases resultando en 760 mm Hg.

PN2
=
0.786
 X
760
mm Hg
=
597.4
mm Hg
=
78.6
%
PO2
=
0.209
 X
760
mm Hg
=
158.8
mm Hg
=
20.9
%
PH2O
=
0.004
 X
760
mm Hg
=
3.0
mm Hg
=
0.4
%
PCO2
=
0.0004
 X
760
mm Hg
=
0.3
mm Hg
=
0.04
%
P otros
=
0.0006
 X
760
mm Hg
=
0.5
mm Hg
=
0.1
%
Presión atmosférica
=
760
mm Hg
=
100
%













Estas presiones parciales, determinan el desplazamiento del O2 y CO2 con la atmósfera y los pulmones, en los pulmones y la sangre y entre la sangre y las células del organismo. Cada gas difunde a través de la membrana permeable, desde el área donde su presión parcial es mayor hacia donde es menor. Cuanto mayor es la diferencia en la presión parcial más rápido es la tasa de difusión.
En comparación con el aire inspirado, el aire alveolar tiene menos O2 (13.6% vs 20.9%) y más CO2 (5.2% vs 0.04%) por dos razones. Primero, el intercambio gaseoso en los alveolos aumenta el contenido de CO2, y disminuye el contenido de O2 del aire alveolar. Segundo, cuando se inspira el aire se humidifica a su paso por la mucosa nasal húmeda. A medida que aumenta el contenido de H2O al humidificarse, el porcentaje relativo de O2 disminuye. En contraste con esto, el aire espirado contiene más O2 que el aire alveolar (16% vs 13.6%) y menos CO2 (4.5 vs 5.2%) porque parte del aire espirado se hallaba en el espacio muerto anatómico y no participó en el intercambio gaseoso  (J. Tortora & Derrickson, 2006, pág. 876).

     Ley de Henry de las Concentraciones de los Gases Disueltos.

La ley de Henry establece que la cantidad de gas que se va a disolver en un líquido es proporcional a la presión parcial del gas y a su solubilidad.
En los líquidos del organismo, la capacidad de un gas para mantenerse en solución es mayor cuando su presión parcial es más alta y cuando tiene una alta solubilidad en agua. Cuando más alta sea la presión parcial de un gas sobre un líquido y cuanta más alta sea su solubilidad, más gas permanecerá en la solución.
El CO2 en comparación con el O2, se disuelve mucho más en el plasma sanguíneo, porque su solubilidad (79%) es 24 veces mayor que la del O2.  (J. Tortora & Derrickson, 2006, pág. 876)

     Ley de Boyle-Mariotte, de la Relación Inversa Proporcional Entre Presión y Volumen.

Afirma que, a una temperatura determinada, el producto de la presión por el volumen de un gas es constante y su fórmula es: P1V1=P2V2. Dicho de otro modo, cuando la temperatura es contante, la presión y el volumen son inversamente proporcionales.
Hay que recordar lo que ocurre durante la inspiración cuando el diafragma se contrae para aumentar el volumen pulmonar: para mantener el producto de la presión por el volumen constante, la presión del gas en los pulmones tiene que disminuir cuando aumenta el volumen pulmonar. Esta disminución de la presión del gas es la fuerza impulsora para el flujo aéreo en los pulmones.  (Constanzo, 2011, pág. 202)
Ley de Fick de la Difusión de Gases, nos ayuda a comprender otras variables que intervienen en la difusión de los gases
La transferencia de gases a través de las membranas celulares o las paredes capilares ocurre mediante difusión simple. Para los gases, la tasa de transferencia mediante difusión (Vx) es directamente proporcional a la fuerza impulsora, un coeficiente de difusión y el área de superficie disponible para la difusión; y es inversamente proporcional al espesor de la membrana. 
Por tanto,
Dónde: Vx=Volumen de gas transferido por unidad de tiempo
D=Coeficiente de difusión del gas
A=Área de superficie
ΔP=Diferencia de presión parcial del gas
Δx=Espesor de la membrana

Conclusión

El aparato respiratorio está constituido por la nariz, la faringe, laringe, tráquea, bronquios y pulmones, y se puede clasificar pos su estructura o funciones.
El aparato respiratorio es el encargado del suministro de oxígeno (O2) y la eliminación dióxido de carbono (CO2) al organismo, para ello debe de colaborar activamente con el aparato circulatorio, con el fin de trasportar dichos gases. La falla de cualquiera de estos dos aparatos alterará la homeostasis, provocando la muerte celular rápida por la falta de oxígeno y/o la acumulación de productos de desecho, modificando así potencial de hidrogeno (pH) en la sangre, eventos potencialmente mortales para el ser humano.
Durante el trasporte de los gases en el organismo, tanto el sistema respiratorio como el circulatorio obedecen a diversas leyes físicas tales como: la ley de Dalton de las presiones parciales; la ley de Henry de las concentraciones de los gases disueltos; la ley de Boyle-Mariotte, de la relación inversa proporcional entre presión y volumen; y la ley de Fick de la difusión de gases, entre otras.
Estas leyes nos ayudan a entender la fisiología pulmonar a detalle, para una mejor comprensión de la fisiopatología humana. Dicho esto, es de vital importancia familiarizarse con estas leyes para saber con exactitud que está aconteciendo con los organismos que tienen alterada su homeostasis.

Opinión personal

A lo largo de este modesto ensayo, pudimos comprender la fisiología del sistema respiratorio y brevemente la del sistema circulatorio, por lo que ahora sabemos cómo ocurre el trasporte de gases de la atmosfera hasta nuestras células, y además sabemos que este proceso responde a diversas leyes de los gases.

Con Ley de Dalton comprendimos que la presión parcial del O2  (PO2 = 158.8 mm Hg correspondiente al 20.9 %) y CO2 (PCO2 = 0.3 mm Hg correspondiente al 0.04 %) son una fracción de la presión atmosférica (760 mm Hg correspondiente al 100 %). Por lo que deducimos que para que entren y salgan estos gases del organismo deberán de obedecer a la ley de Henry y la ley de Fick, que a continuación describiremos.

La ley de Henry menciona que el gas que se va a disolver en un líquido es proporcional a la presión parcial del gas y a su solubilidad. Lo cual nos ayuda a entender el por qué el CO2 en comparación con el O2, se disuelve mucho más en el plasma sanguíneo, y esto se debe a su solubilidad (79%)  la cual es 24 veces mayor que la del O2. Además debemos tener en cuenta la presión parcial que ejercen cada gas individualmente en la ya mencionada ley de Dalton.
La ley de Fick que habla de la tasa de transferencia de gases a través de las membranas celulares o las paredes capilares y que ocurre mediante difusión simple. Además menciona que  la tasa de trasferencia es directamente proporcional a la fuerza impulsora, un coeficiente de difusión y el área de superficie disponible para la difusión; y es inversamente proporcional al espesor de la membrana.
La ley de Fick nos ayuda a comprender de una manera más precisa la fisiopatología de los pacientes que sufren trastornes en el sistema respiratorio o circulatorio a la hora de intercambiar gases,  ya que contempla variables que podemos relacionar con algunas patologías en el paciente. Por ejemplo. Los defectos de la difusión en la  fibrosis o edema pulmonar causan hipoxemia al aumentar la distancia de difusión o disminuir el área de superficie para la difusión.
No dejemos de lado, mencionar que los trastornos en el sistema circulatorio también altearan la homeostasis por ejemplo los glóbulos rojos que actúan como proteínas trasportadoras de O2 Y CO2  y que su concentración o disminución en la sangre afectará su trasporte, pero ello será el pretexto perfecto para la elaboración de otro ensayo.

Referencias

Constanzo, L. S. (2011). Fisiología (Cuarta ed.). Barcelona, España: Elsevier. Recuperado el 27 de Septiembre de 2017

J. Tortora, G., & Derrickson, B. (2006). Prinicpios de Anatomía y Fisiología (11a ed.). Ciudad de México, México: Médica Panamericana. Recuperado el 26 de Septiembre de 2017

MeSH. (03 de Febrero de 2017). Medical Subject Headings. Obtenido de National Center for Biotechnology Information: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/mesh/68010827

Michael Dykes, W. W. (2013). Lo Esencial en Anatomía. Barcelona, España: Elsevier. Recuperado el 25 de Septiembre de 2017


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